Hasta el mismísimo centro, bueno, hasta uno de los tres centros de Berlín. Después de un día aparentemente fácil y con 178 km en las piernas, pongo fin a mi reto: Madrid - Berlín, 17 días + 1 de descanso y 3.000 km.
Parecía una ruta sencilla pero nada más salir me encontré con una señal de prohibido bicis por la carretera por donde tenía previsto ir. Con lo cual tuve que buscar alternativas. La primera fue un señor en bici que se paró y me dijo en alemán (no sabía ingles) que adonde iba, le dije a Berlín, y el me contesto con una súper parrafada en alemán y con la mano me indicaba a todas direcciones. Con el GPS entendí que algunas palabras eran nombres de pueblos, y que tenía que ir por allí. Que estaba preparado para bicis. Bueno eso es lo que creó que me contó porque fue pura interpretación ya que no le entendía nada de nada. Con esa idea me di la vuelta y fui a un punto de información que había en el centro de Waren.
Allí me enseñaron un librito con cientos de páginas y cientos de trozos en detalle de mapas de la ruta. Pensé que lo tenía que comprar pero me dejaron que lo mirara todo el tiempo que quisiera y si necesitaba apuntar algo que lo hiciera tranquilamente. La publicación es del mismo estilo que lo que encontré para recorrer en Danubio el año pasado. Uniendo rutas consigues llegar pero hay que dar muchas vueltas y se hace interminable. Fui apuntando pueblos y poco a poco los encontraba en el GPS.
Resulta que a parte de las mil opciones y rutas que hay en la zona para la bici, Waren - Müritz es un Parque Natural y ofrece muchas actividades deportivas al aire libre, treking, remar en canoa, pescar, montar en bici, etc. Aquí es muy famoso hacer ciclo turismo. Hay mucha gente haciéndolo con todas las alforjas, de todas las edades incluso familias enteras con los niños y todo. También se ven muchas personas mayores con bicis eléctricas. Muy interesante.
Waren está en medio de una gran ruta en bici que une Berlín con Kopenhagen, y está indicado con una señalización específica. Es una pasada, aunque como he dicho antes, no va en línea recta, da muchas vueltas y aunque hay señales muchas veces acabas perdido y tienes que rectificar. Con tiempo y sin importarte los kilómetros por día, al final llegas. Como en todo.
Después de todo, del cambio de ruta y trazado, conseguí poco a poco acercarme a Berlín. De los 151 km planificados en un principio se convirtieron en 178 km, pero para mi casi un paseo ;) todo por salvar la ruta no ciclable.
En los 17 días que llevo pedaleando hoy ha sido el único día donde he tenido el viento en contra la mayor parte del tiempo, y así lo he notado en las piernas. Al final del día las tenía cargadas a diferencia de otros días. En un tramo de unos 10 km he pillado otro tractor y he venido de lujo. Rodando a rebufo a unos 40 km/h. Ha sido una gozada y un descanso.
Aunque el día aparentemente era frío, nuboso y amenazaba lluvia, a medida que iba hacia el sur y que el día iba avanzando este se hacía más cálido y me he quitado las perneras y los manguitos hasta Berlín.
Alrededor de las 18:30 estaba en pleno Berlín. Prueba superada!!! Lo había conseguido!!! Ahora sólo faltaba celebrarlo. Mi amiga Adriana, quien me aloja en su casa, no llegaba hasta las 19:30 del trabajo, con lo cual me fui al primer bar molón que vi a por una cerveza para empezar a celebrarlo. No se sí por suerte o porqué aquí todos los bares molan, di con uno que hacían tributo al grupo musical los RAMONES. En él se estaba preparando un conciertillo acústico que sonaba de lujo. Mejor recibimiento y mejor cerveza imposible.
Sobre las 20:00 pasadas me deje caer por la casa de Adriana. Donde me esperaba ella y su chico con una estupenda barbacoa. Qué premiazo. Que alegría me dio ver a Adriana. Aún no me lo creo. Lo primero que le dije es que sí no había otro lugar más cerca, que se había ido a vivir muy lejos y que me había costado muchos días el llegar hasta aquí. En plan broma, y os aseguro que la sensación de haber llegado y verla ha sido de lo más grande.
Ahora a descansar un poquito y disfrutar de Berlín. Luego ya veremos...
En casa de Adriana tienen un problema con el internet y no les funciona. Con lo cual ando incomunicado. Buscaré sitios con wifi por no robarle los datos de su móvil.
Ahora la ciudad de Berlín me espera. Me iba a tomar el día entero en la cama pero ya no aguanto más, necesito acción.
Lo peor del día ha sido encontrarme con la señal de prohibido bicis nada más salir de Waren. Esto será más civilizado y más seguro que en España pero de verdad que echo de menos el poder decir: pues tiro por esta carretera y ya está.
Lo mejor del día la llegada a Berlín. Sin duda alguna. Llena de sensaciones, en calma, como que estaba aquí esperándome. El recorrido alternativo, aunque con unos kilómetros extras de más, ha sido flipante, he cruzado unos bosques y parajes del Parque Natural de Müritz súper bonitos. Es una zona preciosa. Alguien me recomendó esta zona, y la verdad es que ha merecido la pena.
La anécdota del día ha sido, que después de soltarme la parrafada en alemán aquel señor en la salida de Waren, me lo encontré más adelante en una de las carreteras perdidas del parque. Y nos saludamos efusivamente. Otra anécdota parecida ha sido como a unos 15 km de Berlín. Un viejete en bici de carretera se ha puesto a rueda mía, y al rato se ha puesto en paralelo y me ha blando de seguido un buen rato en alemán, y yo con cara de haba, hasta que le he podido decir, in English please, y el se ha cayado de repente, ha sonreído y ha hecho un gesto de oh sorry yo no hablo ingles. Aún así nos hemos despedido efusivamente cuando él se ha desviado al rato. Jejeje que divertido es esto.