El día se ha presentado de lujo: soleado, en calma y muy buena temperatura. El reto era sencillo pero largo. Casi completamente llano, pero lo malo del llano es que si dejas de pedalear te paras, con lo cual a tope pedaleando.
Aunque Bayonne está al lado del mar y la carretera va paralelo a la costa no ves el mar en ningún momento. He tenido que desviarme un poco para poder contemplar el Atlántico. Una playa a reventar por surferos.
Mucha parte del recorrido va en paralelo un carril bici, completamente segregado de la carretera, pero era como montar en bici por el Manzanares Río (para el que lo conozca) cientos de ciclistas de paseo con las familias a la playa... En muchas ocasiones he pasado de ir por el carril y seguir por la carretera, era más cómodo, rápido y evitabas los desvíos y curvas de 90 grados en plan esquinas. Muchas frenadas y acelerones. Malo para las rodillas.
Tengo que decir que nos quejamos de cómo se conduce en España y el respeto a los ciclistas en carretera, pero aquí yo diría que son peores. Lo de respetar la distancia al adelantar... Muchos si pero otros... Madre, madre. En fin.
Tras 193 km he llegado a Bordeaux, donde a través de la red WarmShower he conseguido alojamiento en casa de Ben y Herve, donde me han acogido estupendamente en una súper casa con mega terraza con vistas a la ciudad de Bordeaux. Han preparado cena y hemos tenido una larga sobremesa. Queda pendiente ver un poco la ciudad antes de seguir ruta mañana.
Mañana dicen que llueve, ya veremos.
Preciosa ruta Jero. Me alegra saber que tu rodilla va bien. Pero ten cuidado con los conductores. Las fotos de lujoque empapan de color tu narración. Un besazo muy fuerte y a por la quinta.
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